
Regla Diaria del Cadete Local
Enseguida de haberme despertado debería dar las gracias a mi Padre Celestial por su bondad hacia mí, levantándome a la hora debida, vestirme con modestia y luego arrodillarme y ofrecer mi oración matutina a Dios.
Debería diariamente leer una porción de mi Biblia.
Debería en todo tiempo ser puro, veraz y honesto en todas las cosas.
Cuando yo mismo, o aquellos a quienes amo, nos sintamos turbado, debería orar a Dios que nos quite la aflicción, si ello estuviera en conformidad con su voluntad; y si no lo estuviese, debería yo ser paciente y humilde en la prueba, manteniéndome confiado en El.
Cuando me sienta tentado de irritarme, ponerme de mal humor o hacer cualquier cosa mala, debería orar: “Padre Celestial, por el amor de Jesús, ayúdame y guárdame de caer en esto que es malo.”
Si comienzo a sentir que estoy siendo arrastrado por la tentación y caigo en pecado, no deberé abandonar mi salvación ni decir que soy un retrógrado, sino que deberé enseguida confesar a mi Salvador mi pecado, abandonarlo y suplicarle a El que me perdone.
Debería yo tratar a los miembros de mi familia con afecto, y con respeto, a aquellos que son mis superiores en mi trabajo diario; y debería demostrarles el amor y respeto que les tengo, por medio de mi bondad y paciencia en todo los que les concierne, ya sea que ellos, a su vez, me demuestren la misma bondad y paciencia o aunque no lo hicieran.
Debería ser muy bondadoso para con mis queridos camaradas en el Ejército de Salvación, y diariamente debería orar por mis compañeros Cadetes Locales. Debería además, concurrir tan frecuentemente como me fuere posible a las reuniones en el Cuerpo al cual estoy afiliado, y llevar a cabo el trabajo encomendado por mis Oficiales.
Es deber mío, cotidiano, orar por mi prójimo y contarles acerca del amor de Cristo, procurando de esa manera lograr que alguno de ellos se decida también a servirlo.
Antes de retirarme a descansar, debo ofrecer mi oración vespertina, entregándome al cuidado de Dios, creyendo que, si yo llegase a morir durante mi sueño, El me llevará consigo al cielo.