

Presentación
A diferencia de la violencia, los conflictos forman parte de la vida familiar. Si bien podemos ser miembros de una misma familia, tenemos gustos, creencias, intereses y necesidades diferentes y eso hace que a veces no nos pongamos de acuerdo en algunas cosas. Compartir un mismo espacio por días enteros puede resultar un desafío para toda la familia. Seguramente será la primera vez en su vida que estará viéndose todo el día con su pareja, padres, abuelos o hijos. En tiempos de cuarentena, de inmovilización domicialiaria, los conflictos pueden agudizarse.
SITUACIONES QUE PUEDEN OCURRIR
A veces nos enojamos porque el otro piensa, dice o hace cosas que no queremos o que no compartimos.
Debemos aprender a ser tolerantes o humildes en el uso de nuestra autoridad (si somos padres o madres) como para aceptar que los miembros de nuestra familia son diferentes y pueden pensar o valorar las cosas de manera distinta. Imponer nuestro parecer no es una manera correcta de poner fin a los conflictos.
FORMAS INADECUADAS DE RESOLVER LOS CONFLICTOS
Imposición
Se da cuando una persona utiliza conductas agresivas, físicas o verbales para imponer su parecer o sus decisiones, tales como alzar la voz, hacer gestos de rabia, etc. En las discusiones con los niños, niñas y adolescentes, muchos papás, mamás y cuidadores usan gritos, palmadas, cachetadas, tirones de pelo o de oreja para resolver los conflictos con sus niños, niñas o adolescentes. Esta es una forma violenta de actuar. La manipulación emocional es frecuentemente usada para imponerse en discusiones que se merecen un diálogo abierto y transparente.