



Estimados Oficiales y Líderes:
Con motivo de la importancia que tiene el domingo de Jóvenes Soldados es que queremos compartir con ustedes algunas sugerencias para el programa de este día. Esto es sólo una guía, la que puede ser modificada añadiendo ideas mucho más creativas. Lo que nos interesa, como Departamento de Juventud, es que se ocupe el tema que enviamos y el mensaje, para que todos los Jóvenes Soldados del Territorio tengan un día especial, y sepan que, como ellos, hay más jóvenes celebrado su Enrolamiento o Renovación de Pacto. Esperamos que este material pueda ser de bendición para los Jóvenes Soldados y toda la congregación al ser parte de este especial momento para ellos.
Propósito:
El Domingo de Enrolamiento y Renovación de Pacto de los Jóvenes Soldados es una excelente oportunidad para que la congregación recuerde las decisiones que han tomado y están tomando los niños y adolescentes de la iglesia en cuanto a su compromiso de seguir a Dios. Además, es un día en que debemos recordar regocijarnos en la bondad de Dios y seguirle por Su bondad y por cada una de las nuevas oportunidades que tenemos para aprender más de Él
Bosquejo de la Reunión:
Preludio
Llamado a la adoración
Canción congregacional y entrada de los Jóvenes Soldados
Bienvenida y saludo
Oración
Enrolamiento de Jóvenes Soldados / Declamación de la
Promesa del Joven Soldados y oración de Dedicación.
Diezmos y Ofrendas
Lectura Bíblica
Alabanza y Adoración
Testimonio de un Joven Soldado
Tiempo de Oración
Mensaje “Nutrición espiritual”
Llamado al altar
Canción de clausura
Bendición Fina
Recursos
Llamado a la Adoración
La fuente de la doctrina cristiana es la Biblia. Nuevos jóvenes soldados, ustedes estarán aprendiendo más sobre la doctrina 1, y han prometido leer su Biblia y llevar una vida limpia en pensamiento, palabra y obra. La Biblia es nuestra guía para la vida cristiana, está escrita por muchos autores, pero inspirada por Dios. Vamos a leer juntos la doctrina 1. (Puede tener la primera Doctrina proyectada para leerla todos juntos) Para crecer como cristianos necesitamos alimento espiritual, y éste solo podemos encontrarlo en la Biblia.
Ejemplo de Ceremonia de Enrolamiento
Coloque la Biblia abierta sobre la Mesa de Santidad. Doble una bandera pequeña del Ejército de Salvación y colóquela sobre la Biblia. Coloque una vela blanca larga cerca de la Biblia. Coloque una vela blanca pequeña por cada joven soldado a ser enrolado, alrededor de la Biblia y la vela larga.
(En algún momento antes de la reunión, reúnase con los jóvenes soldados para que firmen sus certificados de joven soldado y hablen sobre la Promesa que están haciendo. Enmarque los certificados, si es posible, para darles una buena presentación).
OFICIAL: Hoy es un día importante, en el que cuentan a todos aquí que ustedes aman a Jesucristo y que desean seguirle. Que desean crecer como uno de Sus hijos. ¿Harán eso al convertirse en jóvenes soldados?
JÓVENES SOLDADOS: Sí, lo haré.
OFICIAL: Desean convertirse en un joven soldado del Ejército de Salvación. Como jóvenes soldados, ¿serán fieles y leales a Dios y al Ejército de Salvación?
JÓVENES SOLDADOS: Sí, lo seré.
OFICIAL: ¿Prometen orar, leer su Biblia, y vivir una vida limpia en pensamiento, palabra y obra?
JÓVENES SOLDADOS: Sí, lo prometo.
OFICIAL: ¿Prometen vivir de tal forma que otros desearán conocer mejor a Cristo?
JÓVENES SOLDADOS: Sí, lo prometo.
OFICIAL: Al vivir cada día las cosas que van a decir en su Promesa del Joven Soldado, estarán haciendo lo que Jesús ordenó. Él dijo: “Dejen que su luz brille tanto ante los hombres, que puedan ver sus buenas obras y glorificar a su Padre que está en el cielo”.
Voy a pedirles que tomen esta vela (muestre una vela pequeña) y la enciendan con la llama de la vela grande que representa a Cristo, la luz del mundo. Al encender su vela, por favor recuerden que la única forma de mostrar la luz y el amor de Dios a otros es teniendo la luz de Dios en su vida.
Esta luz no es más que un parpadeo ahora, pero al vivir su Promesa de Joven Soldado y aprender más sobre Dios y Su amor, esa luz se hará más fuerte y brillante.
(Después que los jóvenes soldados hayan encendido sus velas, pídales que repitan la Promesa con usted).
En nombre del Ejército de Salvación, les acepto como jóvenes soldados del Cuerpo (nombre del cuerpo) y les doy la bienvenida a la comunidad salvacionista. Les presento esta declaración de fe firmada por ustedes. Que Dios les bendiga y les ayude a ser buenos, verdaderos y fieles.
Oración de dedicación
Padre Celestial, te damos gracias porque estos niños han recibido un lugar en Tu iglesia. Te agradecemos porque tienen valor y propósito. Oramos que bendigas a estos jóvenes soldados. Ayúdales a crecer en gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Dales la guía de tu Espíritu y la gracia para vivir como cristianos, por medio de Jesucristo nuestro Señor, Amén.
Lectura Bíblica
(Las siguientes lecturas pueden ser realizadas por los jóvenes soldados que hayan leído y preparado los textos de antemano).
LECTURA: La Palabra de Dios es diferente a cualquier otra palabra.
Es viva. Es para todos, ¡incluyendo a los jóvenes soldados! Jesús dijo:
“Las palabras que les he dicho son espíritu y son vida”. Cuando Dios habla, las cosas cambian. Todo a su alrededor, toda la creación, existe porque “Dios lo habló”. Él habló y llamó todo a la existencia. Sin la Palabra de Dios, ustedes ni siquiera estarían vivos. Santiago lo menciona: “Por su propia voluntad nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación” (Santiago 1:18, NVI).
LECTURA: “La Biblia es mucho más que un manual. La Palabra de Dios genera vida, crea fe, produce cambio, asusta al diablo, causa milagros, sana heridas, forma carácter, transforma circunstancias, imparte gozo, supera la adversidad, vence la tentación, infunde esperanza, libera poder, limpia nuestra mente, trae cosas a la existencia y garantiza nuestro futuro para siempre!”. (Una vida con propósito, páginas 185–186).
LECTURA: “Hoy hay más Biblias impresas que nunca, pero la Biblia en un estante no tiene utilidad. Millones de creyentes están sedientos y con desnutrición espiritual. Una de las decisiones más importantes que pueden tomar es siempre preguntar: ‘¿Qué dice la Biblia?’ antes de tomar sus decisiones. Adopten la declaración del apóstol Pablo como su afirmación personal de fe: ‘estoy de acuerdo con todo lo que enseña la ley y creo lo que está escrito en los profetas’” (Hechos 24:14, NVI) (Una vida con propósito, páginas 186– 187).
LECTURA: “No es suficiente solamente creer en la Biblia; debemos llenar nuestra mente de ella. La lectura bíblica diaria les ayudará a escuchar lo que Dios tiene para decirles. Ningún otro hábito puede hacer más para transformar su vida y hacerles más como Jesús. Al pasar tiempo en Su Palabra, ‘somos transformados para ser como él, aumentando así su gloria’ (2 Corintios 3:18, NVI) (Una vida con propósito, páginas 186-187).
LECTURA: Jesús dijo: ‘¿Entienden esto? Dichosos serán si lo ponen en práctica’ (Juan 13:17, NVI). Jesús señala que la bendición de Dios viene por obedecer la verdad, no solo por saberla. Debemos convertirnos en ‘hacedores de la palabra’. (Santiago 1:22, VRV). Como dijo D.L. Moody una vez: ‘La Biblia no nos fue dada para aumentar nuestro conocimiento, sino para cambiar nuestra vida’. (Una vida con propósito, páginas 191-192).
Tiempo de Oración
Gratitud:
Dé gracias a Dios por la verdad de la Biblia.
Petición:
Pida a Dios una comprensión más profunda de la Biblia, por el deseo de estudiar la Escritura, ayuda para edificar nuestra vida en Su verdad y ayuda para llegar a ser como Jesús.
Mensaje
“Nutrición Espiritual”
Un mensaje por semana no es suficiente para sostener la vida espiritual.
Referencia bíblica:
Éxodo 16; Salmos 119:103; Jeremías 15:16; Ezequiel 3:1; Mateo 4:4; Mateo 7:26; Hebreos 10:25 y 2 Pedro 3:18.
Introducción:
Vivimos en una era consumida por la salud física. Hay “reality shows” sobre nutrición y ejercicios. Podemos ver comerciales sobre los últimos suplementos nutricionales. Más y más cadenas de comida rápida y restaurantes están incluyendo las calorías de los ingredientes en el menú. Nutrición y bienestar físico son palabras que suenan bastante. Sin embargo, hay algo aún más importante que la nutrición física.
Hoy vamos a ver la salud de nuestra vida espiritual. Vamos a considerar cuatro cosas: la necesidad general de nutrición espiritual, la provisión de alimento espiritual, cómo interviene la obediencia, y la elección de una nutrición adecuada para nuestras necesidades.
1. Necesidad: necesitamos alimento para vivir; de otra forma moriríamos de hambre.
Nuestros jóvenes soldados en crecimiento necesitan alimento para sostener su desarrollo. ¿Alguno de ustedes tiene adolescentes? ¿Los están dejando en la ruina con todo lo que comen? Tal vez algunos de nosotros hemos ayunado o dejando de comer por un día. Sabemos que después de un tiempo sin comida, podemos sentirnos mareados y con dificultad de concentración. La nutrición espiritual es tan necesaria para nuestra vida espiritual como una buena alimentación diaria lo es para nuestra salud física. Escuchen estas Escrituras:
“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí. Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón” (Jeremías 15:16).
“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Son más dulces que la miel a mi boca! (Salmos 119:103).
“Y me dijo: ‘Hijo de hombre, cómete este rollo escrito, y luego ve a hablarles a los israelitas’” (Ezequiel 3:1).
“Jesús le respondió: —Escrito está: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’” (Mateo 4:4).
Si descuidamos la Palabra de Dios, nos ponemos en riesgo de sufrir desnutrición espiritual. De la misma forma que necesitamos alimento para vivir, necesitamos la Palabra de Dios cada día y siempre. Vamos a dar una mirada a los acuerdos de Dios con los israelitas en cuanto a algunos principios.
2. Provisión: Dios provee exactamente lo que necesitamos a medida que lo necesitamos.
Éxodo 16 nos habla de la provisión de Dios para los israelitas. Ellos habían sido liberados recientemente de la esclavitud de Egipto bajo la autoridad del Faraón. Habían cruzado el mar Rojo, viendo el milagro suceder ante ellos del agua partiéndose en dos y el milagro del agua volviendo a su estado original y ahogando al enemigo. También habían experimentado el milagro de la transformación de agua amarga en dulce, al arrojarle un pedazo de madera.
Y, aun así, ahí están, gruñendo una vez más. El versículo 2 nos dice: “Allí, en el desierto, toda la comunidad murmuró contra Moisés y Aarón”. ¡Tenían hambre! De hecho, tenían tanta hambre que dijeron a Moisés: “¡Cómo quisiéramos que el SEÑOR nos hubiera quitado la vida en Egipto!... ¡Ustedes han traído nuestra comunidad a este desierto para matarnos de hambre a todos! (versículo 3). Y, una vez más, Dios entra en acción. Las actitudes del pueblo no impiden Su provisión. Les envía maná y codornices, junto con instrucciones. Esto nos lleva a nuestro próximo principio sobre la nutrición espiritual: la obediencia.
3. Obediencia: necesitamos ser obedientes al administrar lo que Dios nos provee.
¿Qué sucede si usted come demasiado? En pocas palabras, no está saludable. Tal vez, tiene algo rico en casa, por ejemplo, un postre favorito. Toma una pizquita, luego un mordisco más grande, luego… ¡oh, oh! ¡¿De verdad se acabó todo?! Lo más probable es que su estómago no se sentirá nada bien al final. Igual que hay principios para comer saludablemente, sucede con la nutrición espiritual. No hemos sido hechos para “acumular”. No se trata de sobrealimentarse espiritualmente. Aunque ¿es posible leer demasiado la Biblia? No lo creo. Pero existen aquellos que van a la iglesia cada domingo (tal vez incluso en la mañana y en la noche); hacen tres estudios bíblicos por semana; escuchan radio cristiana y ven predicaciones en la televisión. En otras palabras, su plato espiritual está lleno y rebosante. Pero ingieren todo y nunca lo usan; no viven las verdades que están aprendiendo.
Mateo 7:26 nos dice: “Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena”.
Las instrucciones de Dios para los israelitas en Éxodo 16 decían esto:
“El pueblo deberá salir todos los días a recoger su ración diaria (v4)”. Recoja cada uno de ustedes la cantidad que necesite para toda la familia (v16)”. Moisés les aclaró que nadie debía guardar nada para el día siguiente (v19). “Sin embargo, hubo algunos que no le hicieron caso a Moisés y guardaron algo para el día siguiente, pero lo guardado se llenó de gusanos y comenzó a apestar” (v20).
Estaban tratando de comer de más. Estaban reuniendo todo su alimento en un solo esfuerzo, guardando algo para el siguiente día. ¡No les funcionó! De hecho, ¡les salió el tiro por la culata, y atrajo gusanos! Ir a la iglesia el domingo, saciarse y llevar a casa las lecciones para que duren toda la semana no es una nutrición espiritual suficiente. Las verdades que se aprenden se echarán a perder si no se viven, buscando más alimento para cada día, y aplicándolo regularmente.
El problema opuesto también existe: falta de alimento. Una baja alimentación se da cuando una persona no consume las calorías suficientes para contrarrestar lo que se está gastando. La falta de alimentación espiritual se puede observar en personas que “trabajan mucho para Dios”, pero no ingieren las calorías suficientes. Están tan ocupados trabajando para el Señor que dejan de lado la lectura bíblica diaria o están muy cansados para enfocarse en los mensajes en los que se apoyan. La falta de alimentación espiritual lleva al agotamiento, la autocompasión y, con frecuencia, a la amargura.
Los israelitas recibieron la orden de recoger el maná cada día, durante seis días, luego recoger suficiente en el sexto día para que les durase dos días. Esto permitía cumplir con el día de reposo, el séptimo día. “Algunos israelitas salieron a recogerlo el día séptimo, pero no encontraron nada” (v27). Dios estaba proveyendo una forma de no quemar más calorías de las que habían consumido, permitiéndoles descansar y guardar Su día como santificado.
Al ver sus acciones, Dios dijo a Moisés en el versículo 28: “¡Hasta cuándo seguirán desobedeciendo mis leyes y mandamientos!”. La nutrición espiritual apropiada viene al escuchar y seguir las instrucciones de Dios; viene por la obediencia.
4. Escoger la nutrición adecuada: la comida para bebés es buena para los bebés, pero inadecuada para los adultos saludables.
“Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación” (1 Pedro 2:2).
He escuchado de personas que prueban el budín de chocolate para bebés, no está mal. También he escuchado de personas que prueban las compotas de verduras para bebés, no tan buena. Dudo que alguno de nosotros quisiera vivir comiendo solo compotas para bebés. Necesitamos algo más sólido; necesitamos algo que podamos masticar. Por supuesto, los bebés aún no tienen dientes. Aunque nos gustaría, una dieta de alimento para bebés no sería saludable para nuestro crecimiento a largo plazo. No contiene el equilibrio suficiente de nutrientes que individuos diferentes a los bebés necesitan. Por eso se llama alimento para bebés.
¿Cuáles son algunas compotas espirituales para niños y para adultos?
Bueno, tal vez leer un libro sobre un tema cristiano en lugar de leer la Biblia. O solamente usar los libros devocionales todo el tiempo y nunca abrir la Biblia. Los libros devocionales son mejor que nada, pero generalmente son solo uno o dos versículos con una pequeña historia que los acompaña. ¡Eso sirve como pasabocas, apenas un bocado, pero rara vez para una comida principal!
Los mensajes proveen sostenimiento, pero en cierto sentido, pueden ser un poco como las compotas para bebé. ¿Quién se beneficia más con un mensaje? ¡El predicador! Éste medita por horas la Palabra de Dios, para establecer exactamente lo que ésta dice. El predicador comprende mejor lo que se está predicando. ¿Realmente desea vivir simplemente de lo que se le está alimentado, y no alimentarse a usted mismo?
¡No estoy sugiriendo que deje de escuchar los mensajes! Pero, ¿desea que esta sea su dieta completa? ¿O incluso la mayor parte de ella? Todas las comparaciones, incluso las comparaciones bíblicas, fallan en algún momento. Por supuesto, la predicación tiene su lugar, y muy importante. Y, todos nosotros necesitamos ir a la iglesia cada semana y estar listos a tomar lo mejor del mensaje, la lección de jóvenes soldados, la clase de escuela dominical… y la lista continúa. ¡No estoy insinuando que los creyentes maduros no tienen necesidad de reunirse para adorar, o para predicar!
“No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca” (Hebreos 10:25).
Reunirse frecuentemente para adorar, tener comunión y recibir instrucción es mucho más importante de lo que algunos de nosotros pensamos. ¡Pero cuando el mensaje es la “comida” principal, o la única, de la semana, entonces hay un problema! No creceremos. Y la Palabra de Dios nos dice en 2 de Pedro 3:18 que debemos “crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.
Conclusión
Aunque vivimos en una sociedad que nos dice que prestemos atención a nuestra dieta y salud física, cosas que son importantes, es de importancia eterna que prestemos atención a nuestra salud espiritual.
Vemos en el ejemplo de los israelitas y el maná, que Dios desea darnos el pan diario. Lo necesitamos para vivir. Él lo provee. Necesitamos ser obedientes y escoger la comida espiritual adecuada para suplir nuestra necesidad de crecer en Él. Les animo a cenar diariamente la preciosa y santa Palabra de Dios.
Y, al crecer diariamente aquí en la tierra, ¡tenemos la esperanza de la promesa de Dios de sentarnos con Él en Su mesa de banquete, y cenar con Él en el paraíso!
Esta mañana, vamos a tomar un momento para renovar nuestras promesas al Señor. Jóvenes soldados, su promesa está en la pantalla. Si usted es mayor y fue un joven soldado cuando niño, la promesa que firmó es para toda la vida. Adultos, aun si nunca fueron un joven soldado, la promesa tiene pautas importantes para ustedes. Vamos todos a renovar nuestro compromiso de ser nutridos espiritualmente.